viernes, 22 de octubre de 2010

Hoy solo es hoy

Damelo. Pero damelo ya, no me interesa esperar por las vueltas de la vida para ver si finalmente esa espera rinde sus frutos. La caravana interminable deja ser libre a cualquiera de los sujetos en cualquier momento y tiene como finalidad encontrarse a cada momento con algo nuevo. Si en un futuro, tal vez aparecieras, ya no importaría porque tu momento es hoy, es ahora, es en este instante, en este minúsculo espacio de tiempo. Se espera de los hombres que superen a cada momento las situaciones adversas y esperen por la recompensa que ha de traer felicidad. Espero de los hombres que creen situaciones adversas para la revolución y por lo tanto evolución. Si evoluciono no me interesaría lo de hoy pero creo que si, aunque solo tal vez, lo de mañana. Por eso te lo pido ahora, porque ahora me sirve, ahora es el momento, hoy es el espacio que nos espera. Todavía creo en los amores de a ratos, creo en las esperas de solo segundos, creo en despertar mañana con algo nuevo por crear, creo en dar ahora lo que espero dar de mi ahora. Porque hoy es un solo día, creo en levantarme y jugar, porque jugar es la mejor manera de hacer y lo repito hasta el cansancio. Las posibilidades de ser uno mismo viviendo tan vertiginosamente, a simple vista tiemblan, se retuercen, dan la sensación de inestabilidad, pero mirá bien... si movemos desde nuestras entrañas, nuestra vida entera no es inestabilidad, es una sacudida necesaria para encontrarse. Mañana tal vez cambie mis ideas pero eso solo lo sabré mañana, hoy pienso en mi día presente, en nuestra posibilidad de hoy, por eso damelo, pero damelo ya.

miércoles, 13 de octubre de 2010

Despertares

El carnaval de luces titilantes me desvía los ojos sin afectar la edición en tiempo real de la mirada y tampoco el orden del mis pensamientos, las cruces de los dioses en los que no creo recrean una sensación de desmayo de un primer amor exigido, el sentido del tacto se mezcla con el ensoñamiento típico de las flores de invierno y mi guitarra gime dulcemente cual beatle en tercer puesto. Caminando por las calles del barrio en donde existen mis ilusiones y las derrotan mis terrores, cierran las nubes cual tormenta de cinco minutos, las pestañas estallan, el calor derrite la piel más no el hielo, te digo verdades sin sentido, piso el suelo de la decepción y a la vez vuelo el cielo de nuestras fantasías.