jueves, 19 de marzo de 2015

Una por una




Bla bla, lalala la, y caraca caca. 

No dejamos de decir ni por un segundo. Si hasta cuando no hablamos estamos diciendo algo.

Por eso al principio me dediqué, más que aprender a decir, a aprender a escuchar. Ahí entonces fue cuando más aprendí a decir, también.

Y después durante un tiempo no escuché.

Y después durante un tiempo quise que no me escucharan.

Y después al fin me encontré en silencio.

Y después al fin me encontré con momentos de soledad que había perdido.

Y después no los quise más, pero seguían estando.

Y después no podía volver a decir.

Y después me costaba entender cuando quería escuchar.

Y así todo empezó a dar vueltas. Un recipiente giratorio sinfín que no era mi casa.

Hasta hoy, o por este tiempo. Es lo mismo.

Una por una voy dando lugar a todas las nuevas pequeñas cosas.

Una por una, si. 

Una por una.