Esto está lleno de ideas sueltas, puede que a primera vista inconexas o desubicadas en su orden solamente, como una canción revoloteando confundida en cualquiera de los infiernos, o algún demonio hundiéndose en alguna nube culpa de no llevar las alas puestas.
Lo que probablemente lleve a un artista a serlo sea la primer inspiración de aire en este mundo, el primer atisbo de reconocimiento inconsciente de todo lo que nos rodea, el primer shock, el primer golpe de realidad que nos lleva a gritar desconsolados, furiosos, enfermos de impotencia, depresión y consternación, amor sin saber a qué todavía, la sensación que nos toma por sorpresa y que son todas las sensaciones juntas en un solo instante y que después nos permite y de a poco, con los años, ir descubriéndola. El artista nace incluso un instante antes de tomar nuestra primer dosis de realidad.
Todos somos artistas desde antes de nacer. El Ser es un Ser Artista.
Algunos saben reconocerlo, hacerlo crecer, usarlo y hacerlo carne en el cuerpo, y hacerlo aire en el espíritu. Otros lo pierden, no lo dejan vivir por ignorancia o por definición equivocada. Quién lo reconozca que lo deje contento que él se pone contento y hace grandes muchas de las cosas solo con un guiño cómplice, quién no... que la vida se apiade.
Muchos dicen que el artista debe sufrir para crear las mejores obras, de hecho no son muchos sino muchísimos los que hablan de que la conexión entre el artista y la obra de arte como finalidad debe, para poder ser inspiración creativa, tener como base algo de congoja del alma en cualquiera de los sentidos que puedan imaginarse. Yo sin embargo creo en el arte que nace desde cualquiera de las sensaciones humanas, tanto de la angustia como de la alegría, de la tristeza o del festejo, de la desolación o de la algarabía y también del arte que nace desde cualquier sensación que pueda encontrarse entre medio de cualquiera de las anteriores.
Creo en el arte. Y es tanto lo que creo en el arte que me terminé creyendo que cualquiera que pueda imaginar algo puede empezar a vivirlo, empezar a crearlo, a pensarlo y a manejarlo desde cualquier punto de vista si se es lo suficientemente inteligente, inclusive sin caer entre las redes de algo que al final, como todo arte, es ajeno a uno mismo.
El hecho artístico va también más allá de la lógica de la personalidad del artista en muchos de los casos. El creador lleva el peso de la responsabilidad de poder discernir entre su persona y su creación y no permitir que tal creación afecte su capacidad para ser quién es desde tiempos anteriores, y si se confunde lo que un día vió no lo ve más, mañana ve de nuevo, y el tiempo pone todo en su lugar, a las patadas en el culo o como sea necesario.
Somos lo que fuimos y lo que pensamos en la soledad de lo real, y somos lo que compartimos con nuestros amores de la vida y no siempre lo que puede verse en nuestro arte. La obra acabada lleva adelante su propia vida y puede ser nuestro semejante o todo lo contrario. Confundir como semejantes Ser humano-artista y obra acabada, o que todo lo que hay en el medio es común, nos puede hacer entender algunas cosas como no son.
Es difícil reconocer un hecho artístico en su totalidad, pues podría hasta parecer una burla demente o un disparate o porque no, confundirselo con la persona creadora de tal hecho como real, o sea, pretender saber que el personaje vive gracias a sentimientos reales e idénticos de la persona. Que la imaginación no se confunda con lo real! que así no sea!. La imaginación debe ser puesta a correr en libertad por cualquiera de los caminos conocidos y también sobre los desconocidos.
Somos capaces de crear, recrear, modificar, e incluso matar y volver a dar vida a lo que no somos en la realidad. Podemos pensar y atravezar lugares que hasta podríamos detestar, porque el arte es entre otras cosas eso también, ser y no ser, jugar, arriesgarse a entrar en mundos desconocidos, aventurarse dentro de pensamientos ajenos y es también reírse irónicamente y decir irónicamente. El arte es también un juego arriesgado.
Una servilleta o un cuaderno y frente al piano, una guitarra y tres acordes o una idea que luego se olvida y vuelve cuando quiere.
Porque es así como veo que las ideas no son nuestras, a las ideas las atrapamos con el inconsciente porque vuelan en lo invisible de las corrientes del aire.
El artista, la pulsión creadora, el espacio común, el hecho artístico como deseo de vivir, la obra acabada. La vida nueva.
La única obra de arte que es nosotros es nuestra vida más allá de las canciones, de las pinturas, de los personajes, de los cuentos... de la fantasía. La realidad de todos los días que vamos creando y recreando, con hijos o sin hijos, con amores conectados para siempre u ocacionales, con padres o con muertos y recuerdos del bien y del mal, con hermanos o con amigos, con uno mismo.
Arte es una flor en el silencio, hija de un padre distinto, a veces con ideas compatibles. Otras, nada que ver.
Arte es cazar mariposas en primavera con una red que no lastima y que nos deja ver lo diferente.
Arte es dar vuelta una página abrazando la emoción que trae lo desconocido.
Arte es percibir reflejos y regalarlos a las almas sin espejos.
Arte es enamorarse.
Arte es todo.
¡Genial! Saludos desde Paraguay.
ResponderEliminararte es todo, mi estimado, como bien decis
ResponderEliminarsino, discutilo con Duchamp y su migitorio
pero como me dijiste hace un tiempo, el arte esta en todo lo que hacemos con amor
la diferencia es que el artista perse expresa en su obra cosas para los demas
y por ej, en mi caso, que el unico arte que puedo plasmar es el aikido, lo noto solo yo y mi uke (quien entrena conmigo en ese momento)
a veces, y me refiero a una entre miles de practicas, sentis que el arte estuvo ahi presente
y ese solo momento vale todas las otras pinceladas sobre el tatami
grax, loco, en serio, por escribir asi, desde adentro
una vez mas genial! clap clap clap! Gracias! comparto con vos lo que escribiste! :)
ResponderEliminarUd caballero es arte.
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