martes, 19 de abril de 2011

El perro


No tengo dudas y creo que nadie puede negarlo, la persona más antipática y recelosa de los animales y en este caso estoy hablando del perro, no podría negar en su interior que más fiel en la amistad que un perro no existe ni existió en la historia como amigo de una persona. Tal vez haya habido casos en los que algún que otro ser pueda haber empatado la fidelidad que lleva como premisa un amigo como este animalito pero nunca superarla, simplemente porque no se puede, y definitivamente, si alguno alguna vez logró alcanzar tal hazaña fué un distinto, un iluminado como pocos, uno que pudo lograr tener al alcance de la mano el instinto animal  en su lado fiel dejando de lado la imbecilidad sucia e inevitable en las personas. Malditas miserias.
El perro es fiel hasta la muerte más no los amigos. Supongamos que un amigo está al borde de la muerte por robo y hablemos de amigos y no de hermanos porque estaríamos empezando a hablar de otro tipo de comportamiento, y nosotros estamos a digamos, 30 metros... que hacemos? yo les digo: miramos a ver si zafa casi seguro o pegamos un grito y nos escondemos detrás de un árbol o algo así. Tenemos miedo de que nos maten a los dos y claro, es preferible que muera uno y bueno, es él, nuestro amigo, el que cayó en las de perder. Tu perro seguramente haría todo lo posible hasta su muerte por salvarte, se tiraría encima del asaltante y mordería sus manos, amenazaría de muerte a cualquiera que pretenda hacerte un daño, y en el caso de que pudiera ser héroe en esa situación nunca te pediría nada a cambio de lo que hizo porque es amigo de verdad, y los amigos de verdad se dan sin esperar una respuesta y porque además sabe dentro suyo que la respuesta es el amor que le das. Un hombre nunca haría eso, se sabe que es de manual básico de psicología que el ser humano es con frecuencia cobarde en cualquier situación relacionada a la amistad .
El perro no comprende de contradicciones, y tampoco de la inestabilidad de la que sufre el ser humano y sin embargo camina al lado y mira a su "amo" como a su propio hermano y amigo.
Mi perra Pipistrela es una perra salchicha, compañera de mi vida, amiga inseparable. Nos une un lazo afectivo que con pocas personas podría llegar a tener. Pipistrela mira y no entiende de actitudes humanas ni de si me voy al almacén o me voy todo el día a trabajar y tampoco entiende porque a veces no quiero jugar con ella y sus peluches porque no sabe de contener la pulsión de juego cuando estoy cansado, pero se queda y me acompaña. Pipistrela duerme conmigo todas las noches: duermo de costado y mirando hacia el lado de afuera de la cama y abrazo a Pipi.
Pipistrela entiende de ser compañera hasta en situaciones para ella incomprensibles y su fidelidad conmigo es tal, y mi fidelidad con ella es tal que nos amamos hasta la muerte.

2 comentarios:

  1. El Perro, mi viejo tenia un pastor que vivía por el y el por su pastor, el día que mi viejo se fue...el joven pastor se fue tras él.

    Los extraño mucho.

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  2. ni me quiero imaginar cuando llegue ese maldito dia que me separe de mi perro, quisiera irme con el quizas suena exagerado pero es mi mejor compañero, solo me da su amor sin pedirme nada a cambio

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