martes, 27 de noviembre de 2012

Juancito





Te acordás de cuando pasó todo aquello?. Yo me acuerdo, por eso te pregunto que si te acordás vos. Tenemos que andar como una cabeza que rebota por todos lados como para olvidarnos de todo aquello, y ni así, porque sabés?, Hay cosas que no se olvidan nunca Juancito. Claro, vos ahora me decís que no, que no es que te olvidaste, que hiciste de todo para llegar adonde estás hoy, pero que fué hiciste?, donde estás hoy?. Contame. Dale que te escucho Juancito, estoy acá para vos. Aprovechá que ahora me tenés todo para vos. Contame de como te estás levantando la casa y de todas las horas que laburás ahí en ese lugar donde sos ñoqui, o que te vas para el remis a manejar para llevarte unos morlacos más para tu casa. Contame Juancito. Soy todo oídos. Igual a ver que te parece si mejor te cuento yo que me imagino una verdad acerca tuyo que me parece que va a ir más acorde a la realidad que la  verdad que me podés llegar a contar vos. A ver Juancito. Ahí voy, después me decís si estoy equivocado o no. A mi me parece que de toda la guita que podés levantar te jugás la mitad por lo menos y el resto lo repartís en comprarte todo lo que te gusta, y el auto, y tus sanguchitos de mediodía y tus días de pesca, y lo que te sobra, pero solo lo que te sobra, se lo das a tu jermu para que coma, le de de comer a los pibes y si le sobra un poco ella con todos esos gastos, se compre algo muy de vez en cuando. Claro, a los pibes a veces le compras algunas cosas también pero vas zafando, porque claro, la abuela de los pibes, esa que no es tu vieja, porque tu vieja es casi peor que vos, digo la otra, le da la mayoría de las cosas y entonces a vos te queda poco por dar, y así zafás Juancito, así zafás. No?. Y la casa, a la construcción de la casa le ponés guita de vez en cuando, cuando ganás alguna apuesta o te sale bien alguna tranza. Mientras tanto los tenés a todos durmiendo en una sola habitación, porque te chupa un huevo Juancito. Porque vos además de jugador sos tranza, y sos garca. Y la vas haciendo de a poco, como para cumplir y que no te rompan las pelotas con que nunca hacés nada en la casa. No me mires así Juancito porque tienen razón, o no?. 
No me digas que no porque me vas a dar a mi esa razón que necesito para certificar que haberte traído por acá es lo mejor que pude haber hecho. Manejalo Juancito, manejalo. Acá el problema es que no sabés como manejar las cosas me parece a mi. O sea, ser hombre de familia para la familia. Eso. A vos te falta entender, o no, no sé. Ahora me dejás pensando. Si, así sin decirme nada, con los ojos apuntado para abajo, en silencio. Así como estás me estás diciendo mucho Juancito, y me dejás pensando, que me contás?.
Quién iba a decir que vos, justamente vos que sos un tipo que parece no pensar demasiado, más allá de practicar en el pensamiento cuando y como decir alguna mentira, me deje pensando. Una locura Juancito. Una locura tremenda, no te parece?. 
Contás buenos chistes, eso te lo tengo que admitir. Contate uno. Dale, contate uno, no me dejes con las ganas. Uno malo. Tus chistes malos son los mejores, eso lo tengo que admitir. Dale contame uno así me animás, porque con todo lo que cargo encima y que me hizo traerte por acá tengo el ánimo por el suelo y yo creo que en cualquier momento quizás haga algo que no tengo que hacer. No me mires así Juancito, no te voy a matar si es eso lo que estás pensando. No te preocupes que no, ni a palos que te mato. No tiene sentido. Imaginate que matarte ahora a vos es como no tener que esperar merecido, como si todos en el mundo pudieran hacer lo que quisieran y no pagar en vida me seguís?. Por eso te digo que no te voy a matar. Porque vos tenés que pagarla, y si te mato, no escarmentás me entendés?. 
Vos te acordás de aquella vez que te descubrieron la primera que te mandaste?, que digo, te agarraron después de que te mandaste vaya uno a saber cuantas. Y con la cara de pelotudo que se te nota a la legua Juancito. Con esa cara de papa frita quemada te recagaste en todos. 
Ja!, estuvo buena esa no?. Lo de quemada digo. No viste que se dice papa frita nomás?. Y bueno, es que sos medio morochón viste?, por eso lo de quemada a la papa frita. Dale reíte, no seas cagón. Y contame un chiste dale, contame un chiste que sabés como contarlos. Cuando contás un chiste malo casi siempre reviento de la risa. Vos sí que sabés hacer reír Juancito. Dale que te escucho. No me pongas esa cara que se desluce el chiste che. Y esa risa tampoco, que esa risa se nota falsa desde la otra cuadra mirá. 
Bueno, hagamos algo, no me cuentes ningún chiste que se ve que no te da la cara ni el humor para hacerlo ahora. Pero te la bancas si me pongo más rápido de mal humor eh?, porque te digo que sin un poco de gracia se me escapa el chifle antes de tiempo. Manejalo. Igual vos viste que soy yo el que le está poniendo un poco de buenas migas a este encuentro no?. Porque vos estás con esa cara que va del orto al desconcierto y al miedo y a la sorpresa. Rebotás por cuatro puntas Juancito. 
Te noto desconcertado ahora mismo. Decime que no te la veías venir, que pensaste que te salías con la tuya. Dale. Me harías cagar de risa. Otra que contarte un chiste. 
Yo creo que deberías salir rajando, si pudieras, claro. O sea, si yo fuera vos en este momento estaría haciendo fuerza, con todas mis fuerzas para librarme de esas ataduras. Igual no te esfuerces, estás tan bien atado que no te podrías librar ni aunque tuvieras la fuerza de dos Juancitos. 
Ja!, eso me gustó. Dos Juancitos, te imaginás?. Me muero. 
No pienses que te tengo acá atado como estás porque no me aguanto que estés desatado eh?, no me mires con esa cara. No señor. Te tengo atado para que no me hagas hacer lo que no quiero, no por otra cosa. Figurate que te suelto y entonces vos salís rajando o peor, me enfrentás. Imaginate la situación che. Sería un desastre. Por un lado si salís rajando te tengo que bajar, de cualquier manera, aunque preferiria que fuera a los palazos porque imaginate que te pego un tiro y te doy en la espalda o en la cabeza. Te mato. Ya te dije que no te quiero matar no?. Además, ponele que te estoy dando con un palo. Quién me para?. Y no me quiero descontrolar viste?. Y si me enfrentás es lo mismo. Te lo digo porque vos a mi no me bajás ni con un tanque de guerra. Y de cualquier manera, se descontrolaría todo. Viste?, estás atado por tu propio bien Juancito. 
No me mires así con cara de perrito mojado. A esta altura ya no tenés perdón.
Pero si te la buscaste vos!, como me vas a decir que ya está, que ya lo que pasó, pasó, y que vas a cambiar las cosas?. A vos te parece que podés cambiar todo?. Vos no cambiás más Juancito. Mirá tu viejo. Viejo garca. Vos sos como tu viejo. Pasa que tu viejo no se metió hasta ahora con alguno como yo, que se da manija y se anima y lo agarra como yo te agarré a vos Juancito. Eso pasó. Tu viejo por ahora viene zafando. Y tu problema fué que una vez que te cagaste en la familia que te dió todo y después de un tiempo te perdonó todas o casi todas volviste a cagarlos, menos, eso lo admito, los cagás menos que antes, pero fijate que los seguís cagando igual, como si fueras un rey que caga a su pueblo sin culpa ni reprimendas. Y sabés porqué te lo siguen perdonando Juancito?, por tu jermu, que es mi hermana, y la hija de los que todavía te siguen aguantando. 
Ah, que te quede claro que cuando recién te dije que después de cagarlos te perdonaron hablaba de ellos eh?, no te pienses que yo alguna vez te di mi perdón. No te confundas, que yo siempre te tuve en la mira como quien dice. Eso sí. Siempre te escuché los chistes. Vos contando chistes sos más fácil de llevar, sino, carajo que dan ganas de reventarte la vida Juancito. Por eso te decía, que me cuentes un chiste que si tenés suerte te la hago corta. Decime una cosa Juancito, como hacés para dormir tranquilo?. Y otra cosa, oíme bien lo que te voy a decir, no te dan ganas de meterte un escopetazo en los huevos Juancito cuando te das cuenta de como estás haciendo que toda tu vida de mierda la tenga que cargar tu familia?, o no te das cuenta?. 
Ah, nunca te diste cuenta. Y claro, sino no se puede vivir. O si, que se yó. Igual yo creo que sí lo hiciste. Que te diste cuenta digo, pero que no te importó. Te digo esto porque si no me equivoco el viejo te lo dijo varias veces no?. Como que qué?, dejá de estar tan participativo en la conversación porque la estás embarrando cada vez más. Es tu naturaleza que trata de zafar la que te hace hablar boludeces no?. Mirá que sos pelotudo che, que me hacés poner nervioso. Lo que te decía, y te respondo, que qué te dijo el viejo varias veces?, que la estabas cagando, eso te dijo un montón de veces el viejo. Entonces sabías, a mi no me quieras mentir, que además ya es tarde para cualquier cosa. No me pongas esa cara. 
Uh, mirá. Mirá que sos cagón Juancito. Se te manchó el pantalón. Te measte encima Juancito?. Mirá que sos cagón eh?, vos, que te la diste siempre de guapo y de que te las sabías todas. Mirá como se ponen las cosas de verdaderas cuando pasa que nos enfrentan sin remedio a la realidad. Viste no?. Y parece que hoy soy yo tu realidad. El problema, o tu problema mejor dicho, es que no sé cual es la realidad que te va a esperar después de hoy. No Juancito, te digo que no lo sé. Y no Juancito, la de siempre no va a ser. No llores, no te pongas como una nena. Aguantatelá macho que vos te la buscaste, y no me hagas poner nervioso con ese llantito de señorita en aprietos porque te bajo los dientes de un fierrazo la puta que te parió!. 
Bueno, ya está. Dejame respirar un poco que ya pasó. Listo. Es que sos vos viste?, si me hicieras caso no me sacaría como me saco. El tema Juancito es que la cagaste, pero la cagaste feo. Te mandaste los mil mocos, te perdonaron, y desde ahí te viene aguantando menos mocos, con menor frecuencia, lo admito, pero los siguen aguantando. Nunca dejaron de aguantarte y ya te dije, no por vos, sino por tu jermu que es de la familia, y por los pibes viste?, que ellos no tiene la culpa. 
Y yo no me la aguanto más Juancito, y la verdad es que nunca lo hice, pero cerré el pico, y lo mantuve cerrado por tu jermu que es mi hermanita viste?. Y ella que te quiere con un amor ciego. 
Tu mayor quilombo es que nunca pudiste dejar de jugar. Si todos o casi todos los mocos que te mandaste eran para conseguir algo de plata para jugartelá Juancito. Y nunca pudiste dejar de hacerlo. Entonces te digo nene, me seguís?, si no lo hiciste hasta ahora, con todas las amenazas del viejo, sabiendo que te mantienen los pibes, que a mi hermanita le faltan cosas mientras vos te das todos los gustos y te llenás todos los vicios, si viste y ves lo que pasa a tu alrededor y seguiste como si nada hasta ahora, como puedo pensar que vas a cambiar?, me entendés?. No señor, vos no cambiás más. Yo lo que quiero es que mi hermita quede liberada de la peste amorfa que sos vos, y los pibes por supuesto. Entonces, decime vos. Que harías si fueras yo?. Hablar no Juancito, no me vengas con eso y decime la verdad de lo que harías vos en mi lugar porque te arranco los ojos, decime la verdad y no me hagas poner más sacado de lo que estoy. 
Claro que sí!, eso quería escuchar. Bien, si vos estuvieras en mi lugar reventarías las tripas de un tipo como vos cierto?, y yo que tengo que hacer?.
No llores Juancito, tomá, secate esas lágrimas y oíme. Te dije que no te voy a matar. Quedate tranquilo que la vida te la perdono. Te voy a ir cerrando la idea mirá, para que no te pienses que te voy a hablar todo el día. No tengo la idea de quemarte la cabeza. Quedate tranquilo con eso también. Entonces, te digo y oíme bien. Te voy cerrando la cuestión. Ahora van a venir unos pibes. Unos amigos que contraté para un laburito con vos. Son buenos pibes estos que están por venir. Uy!, ahí llegaron, escuchás el motor de la chata?. No, yo no sé reconocer el ruido de los motores, para mí reconocer el rodado por el ruido del motor es como entender a un chino, cero de eso viste?, pero ellos me dijeron que venían en chata y bueno, lo sé por eso. Además nadie más podría aparecerse por acá a esta hora no te parece?. Bueno te sigo contando, que igual me esperan afuera hasta que les diga que pueden entrar. Te decía que la realidad que te espera después de hoy no va a ser la misma viste? o sea, no vas a volver, o mejor dicho, te vas a ir para otro lado. No, no sé donde. Callate un poco y escuchame. Te pasaste de la raya hasta el límite de cruces de la raya me explico?. Y es así, tan así, que perdiste. Entonces van a venir estos pibes que te cuento y te van a hacer escarmentar. Yo no puedo, no me da el corazón. 
No es de cagón Juancito, dejá de gritar. A vos te parece que me puedo ensuciar las manos con una peste como vos?. No, nada que ver. Además te digo la verdad, no me da el corazón para hacerlo yo, porque en el fondo, me das un poco de lástima sabés?. Pero ya está. dejame terminar que ya va. Con vos no se puede hablar loco. Estás gritando como si te fueran a escuchar y no estás escuchando. Respirá, a ver, respirá te digo. Ahí va. Entonces, estos pibes te van a enseñar un par de cositas de una lista que les hice de cosas que tenés que aprender. Por cada cosita a enseñarte en la lista hay otra cosita distinta en la lista que te va dejar una marca. Cagada hecha, marca por venir. Para que nunca te olvides viste?. Es por tu bien. Es una lista un poco larga, pero te juro que la preparé lo más acotada posible. Es importante que entiendas que la lista es una lista de las cagadas que te mandaste. Entonces, es tu culpa no?. Pensalo.
Al final te van a llevar lejos, no, no sé donde te van a dejar. No, no vas a poder volver a reventarme Juancito. Te digo que no, y yo sé porqué te lo digo. No me hagas contarte porqué no porque me arruinás la sorpresa. Si te digo que no vas a poder volver confiá en mí y en que no te estoy mintiendo. Y bueno Juancito, es así nomás. 
Creo que terminamos. Para tu próxima vida en esta vida tratá de portarte un poco mejor viste?. Suerte Juancito. 




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