miércoles, 23 de enero de 2013

5. Aventurarse






Se sientan a la mesa. 

Esperan que Domingo traiga la comida. La comida casi siempre la trae domingo. O sea, Domingo trabaja para ganar la plata para comprar comida. Domingo compra la comida. Domingo cocina lo que fué a comprar. Domingo sirve lo que cocinó. Eso los fines de semana. En la semana trabaja y entonces Gloria toma la cocina y todo lo que viene de la mano con eso, como un destino injusto pero que tiene que llevarse a cabo. No queda otra dice siempre Gloria, si fuera por mí, tomaría pastillas o comería en pasta, como los astronautas y listo.
Entonces, era domingo a la noche. El segundo domingo desde la vuelta de esta familia a su primer barrio.

-Pa, me das la sal?, dice Gabriel.
-Si mi amor
-Pa, me servís jugo?, dice Pablo
-Si mi amor
-Pa, a mi me das el queso y me servís jugo también?
-Si mi amor.
-Ja!, todos nos llamamos mi amor, dice Gabriel.
-Yo me llamo Pablo
-Y yo Romina
-Y vos Gabriel, dice Domingo, pero son mis amores.

A Pablo y a Romina les consiguieron vacante en la escuela número veintidós, pero a Gabriel no pudieron conseguirle. Durante ese año Gabriel no va a ir a la escuela.

-Están contentos de ir al colegio?, dice Gloria.
-No, dice Romina
-Yo sí, dice Pablo. Además van los chicos de acá. Daniel y Manuel van ahí.
-Aventurense.
-Gracias Pa.
-Gracias Pa.

Gloria lo mira a Domingo. No le gusta cuando los consejos de Domingo son  tan arriesgados. Arriesgados para ella, está claro. Aventurarse es dejarse ir hacia donde hay que ir, conocer lo que está por conocerse y no rechazar lo que anda en los alrededores. Aventurarse pero sin dejar de ser precavido. Domingo les había enseñado a ser precavidos, entonces ahora se tomaba el atrevimiento de incentivarlos a la aventura.
Gloria era más bien conservadora. Para ella los chicos tenían que hacer lo que les estaba asignado y nada más. Las aventuras no eran más que distracciones que entorpecían las tareas impuestas y que había que cumplir. Además eran un peligro y ella siempre tuvo mucho miedo.
Domingo no hace caso a la mirada de Gloria. Sonríe y dice: ojo que también hay que cuidarse, no vaya a ser que los enganche algún peligro.
Gloria sonríe.

-Quedate tranquilo Papi que vamos a conseguir algo para vos, le dice Gloria a Gabriel.
-Vas a ser un burro!, dice Pablo. Romina se ríe.
-Callate pelotudo!
-Bueno bueno bueno, que no se arme lío que somos una familia. Domingo cierra la charla y empieza con otra cosa.




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